Aquello que se mece, Duerme. Aquello que se acaricia, Despierta. Lo que se pierde, Se valora. Y lo que mecemos, acariciamos y podemos perder. Sólo eso, se puede llegar a amar. Ejercitar los músculos Del alma (el que en ella crea), O las células sobre las que hemos viajado desde el primate (el que las use) Es llenar los pulmones del oxígeno que nos oxida, Mirar la luz que nos ciega, Querer lo que no podemos alcanzar. De manera definitiva, morir plenamente porque estás lleno de vida. Y recordarlo con las cicatrices que sólo el tiempo nos enseña. Ese es el mejor regalo que nos podemos dar: Construir recuerdos (algunos dulces) que merezcan recordarse con alguna lágrima (salada). A.G.L.
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A ciegas, Metiendo la mano en una bolsa de mago, Sin chistera, Así empecé a amarte. A ciegas, Me di un festín de aromas, Tras tu oreja, La magia salió de la bolsa. Sonrisa y ojos tristes, Cejas alegres y mueca contenida, No tener dudas aun cuando, Tu gesto las tiene. De cuanto ha visto sin ver, De lo sufrido sin merecer, En templos al propio ego, Y altares al ajeno, Sabe mi corazón y el tuyo. Por eso, a ciegas, Tocando, viendo, besando, oliendo, acariciando, abrazando, penetrando, cantando, viajando, parando y bebiendo, saboreando, aprendiendo, escuchando, perdonando, sufriendo y si, Amando, Contigo todo, Sin chistera.
El Violín en su habitación
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En uno de los rincones, tras una cerradura de metal, descansa el instrumento. Materia viva y atrapada, bajo estratos, de cuerdas y lamentos El polvo del pasado, abriga recuerdos y sufrimiento. Oculta la belleza bajo el arte, de todos los silencios. Habla de amor, de eternidad, de música. Habla de cosas, que como el violín de su habitación, para existir no necesitan sonar.
Castillo
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El Diablo, son los pecados de nuestros padres. No te engañes, eres única (persona). El Diablo, habita en tus días, frustrados. No te engañes, eres responsable. El Demonio, somos tu y yo, faltos de un nosotros. No te engañes, la felicidad es tuya El Demonio, vive en el suspiro, que te deja sin vida. Ama la verdad, vive como si la amaras. El mal no existe, en el cambio, si nace del querer, si mana de la voluntad, creciendo del deseo, de expiar, los pecados de nuestros padres. A.G.L.
Para-dicción
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Tengo rota mi máquina de música, esencias de melodías de tempo caótico. Por momentos un cardiograma en coma y puntos suspensivos, aprobados de forma permanente, por mi peluquero. Nada bello en el agua, nada salvo el agua que no queda y viaja, señalando el camino hacia el mar. Contradicción descrita oralmente, por la de-mente maquillada, que todos, tríos y cuartetos, navegamos por pentagrama salino. Tengo rota mi máquina de música, mi vida por fin, es jazz instrumental.
DeSfiniciones
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"Hay poemas que salvan vidas, sin que lo sepa el poema, y sin que lo sepa la vida" Significante cuyo significado, late día tras día, vida. Dama de noche que atrapan las hojas, de un cuaderno, como flor arrancada del aroma, de aquel momento, en el que fuimos libres del miedo Sonrisa menguante, en cuarto creciente, de habitación para los trastos. A.G.L.
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El aire que ha de soplar ha de ser caprichoso, no debe saber a donde sopla ni que lleva con él, ni saber que os lo he contado. Debe quebrar la palabra vana alejándola de sus hermanas, derribar el orgullo vacío, batiendo hojas de ventana. Airear la cama infiel, con portazos y adioses de eco, nocturno e insomne. El día caluroso ha de recibir, recuerdos frescos de segundo encuentro, congelado en el momento anhelante. El aire que mantenga flotando, suspendida, la palabra de amor que escapa del suspiro.