Castillo
El Diablo,
son los pecados de nuestros padres.
No te engañes,
eres única (persona).
El Diablo,
habita en tus días,
frustrados.
No te engañes,
eres responsable.
El Demonio,
somos tu y yo,
faltos de un nosotros.
No te engañes,
la felicidad es tuya
El Demonio,
vive en el suspiro,
que te deja sin vida.
Ama la verdad,
vive como si la amaras.
El mal no existe,
en el cambio,
si nace del querer,
si mana de la voluntad,
creciendo del deseo,
de expiar,
los pecados de nuestros padres.
A.G.L.
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